El uso de electrodos u ondas rusas, permite estimular la actividad del músculo de forma localizada, marcando la forma del mismo, mejorando la circulación sanguínea y acelerando el proceso de eliminación de grasas.

El proceso funciona a través de pequeños impulsos eléctricos que son enviados hacia los tejidos musculares imitando así las señales que envía nuestro cerebro al trabajar cada músculo. 

La razón de su eficacia se debe a que el electrodo actúa a nivel del tejido muscular, del sistema circulatorio periférico venoso y linfático y del panículo adiposo. Las ondas rusas se recomiendan, además de marcar abdominales, para la flacidez y la celulitis.